Itaipú –“tierra que canta” en lengua guaraní– es el resultado de un tratado firmado el 26 de abril de 1973 entre Brasil y Paraguay. Considerada la séptima maravilla creada del mundo moderno, el gigantismo de la Represa Itaipú es aún más perceptible cuando se camina por lo alto del paredón de concreto. La visita por la represa además nos permite observar el canal de fuga, por donde el agua que mueve las turbinas retorna al Río Paraná, siguiendo su curso natural. 96 Metros de altura producen un impacto en la visual humana que será difícil de comparar en estas latitudes. Posee un volumen de hormigón equivalente al que debieran haberse utilizado para construir 210 estadios como el Maracaná de Río de Janeiro. Tiene un volumen de roca y tierras excavadas que equivalen 2 veces el Pan de Azúcar de Río y el hierro y acero utilizados en la usina serían suficientes para levantar 380 torres Eiffel.