A 12 km. al oeste de Ushuaia se halla la entrada al Parque Nacional Tierra del Fuego, el único con costa marítima en nuestro país. Ocupa una superficie de 63000 hectáreas donde conviven lengas, guindos, ñires, calafates, notros, flores como las orquídeas, violetas y senecios. Un paseo por este Parque Nacional, además de ofrecer múltiples vistas panorámicas sobre el Canal Beagle enmarcadas por las montañas y el bosque, nos acerca a la Naturaleza.
Abordaremos el tren desde la Estación del Fin del Mundo, en el Camping Municipal de Ushuaia. De aquí parten los trenes siguiendo la vera del serpenteante Río Pipo, se interna en el Parque Nacional Tierra del Fuego. Este recorrido es el mismo que hacía el tren del presidio, donde se pueden apreciar los troncos de los árboles utilizados, fieles testigos de aquellas épocas, cuando Ushuaia fue una colonia penal. Simpáticos vagones de principios de siglo pasado nos llevarán a revivir parte de la historia fueguina. El tren hace una breve parada en la Estación Cascada La Macarena donde el visitante encontrará una reconstrucción de un típico asentamiento de una de las tribus indígenas que habitaban esas tierras hace cientos de años: los Yámanas.
En esta parada también es posible ascender hasta un mirador que ofrece una fabulosa vista del Valle del Río Pipo y desde el cual es posible observar la naciente de la cascada "La Macarena" en la cadena "Le Martial". A continuación el tren entra en el Parque Nacional Tierra del Fuego. Luego de bordear el Turbal el tren arriba a la Estación del Parque.
Seguiremos el recorrido por el camino que va trazando una franja muy delgada en el faldeo de la montaña; pasaremos entre turbales, diques de castores y arribaremos al Río Lapataia. Al cruzarlo la ruta se vuelve serpenteante y salpicada de vegetación arbustiva, con vistas panorámicas, como por ejemplo, sobre la Laguna Verde. Los kaikenes y las bandurrias llegan aquí todos los veranos.
Comienza entonces el tramo final hacia Lapataia (final de la Ruta Nacional Nº 3), donde los antiguos habitantes de la zona han dejado su testimonio: los concheros, increíbles yacimientos arqueológicos. Antes de emprender el regreso a Ushuaia se realiza una parada frente al Lago Roca, cuyo color varía según el estado del tiempo, con la posibilidad de saborear un chocolate en la confitería.